En lo personal, cuando pienso en prosperidad, lo hago en el sentido amplio: Prosperar económicamente, familiarmente, espiritualmente y físicamente. Es común ver personas que prosperan en unas áreas y fallan en otras.
Quizás por ello exista el mito de que es muy difícil, por no decir imposible, prosperar en forma balanceada en todas las áreas.
¿Porqué habríamos de sacrificar alguna de estas áreas si todas sin excepción son importantes para vivir una vida plena y feliz?… Yo quiero todo!, ¿tú no?… Quiero ser sano y vivir muchos años de plenitud, quiero ser parte de una gran familia donde se comparta el pan, el vino, la miel y la sal de la vida, quiero tener una vida espiritual que me haga sentir paz interior y quiero contar con los recursos materiales y de tiempo para crear, disfrutar, compartir y llegar a ser aquello para lo que fui creado.
Si algo he aprendido desde los veintitantos años que empezó mi búsqueda, es que para poder manifestar algo, primero, es indispensable creerlo. No es posible crear algo que primero no creemos. Primero se cree, luego se crea. Para crear hay que hacer y para hacer primero hay que creer. Es lógico: ¿Quién habría de poner esfuerzo alguno en algo que primero no cree que le pueda brindar fruto?
Yo CREO que es posible prosperar en Balance. Para ello ha sido necesario buscar las herramientas, las distinciones, los testimonios, la información y los vehículos productivos y económicos que habrán de permitirte hacer ese sueño realidad: Usted y yo podemos tenerlo todo!